La Verdad, Satya
La primera parte del Yoga es Yama, una serie de normas éticas. No son sólo normas para una correcta convivencia con los demás, sino también para el propio crecimiento personal. Cada uno de los ocho miembros del Yoga se complementa con los demás. Yoga no son sólo las asanas o posturas. Ya traté en otro artículo el primero de los yamas, la no-violencia, Ahimsa: https://elfarodeobjetivodespertar.com/ahimsa-la-no-violencia/ . En esta ocasión quiero que exploremos el segundo de ellos, la Verdad, Satya.
Un pilar fundamental
La verdad es uno de los grandes pilares para tu auto-realización. Tu completa sanación requiere de ti total sinceridad. Sobre todo contigo mism@. Deshaciendo tus auto-engaños, des-cubriendo la verdad, podrás realizar un trabajo profundo de sanación y transformación.
Expresar la verdad es una cualidad muy importante en el Yoga. Una gran virtud. Por supuesto, siempre dentro del discernimiento: a veces puede ser mejor el silencio, pues la verdad podría no ser apropiada en según qué ocasiones. Pero en general, la verdad será siempre el mejor camino, sobre todo la verdad hacia ti mism@.
La verdad es rectitud, luz y dicha. Sé sincer@ hacia ti y hacia el mundo. No ocultes tus verdaderos sentimientos y pensamientos. Muchas veces vivimos una gran mentira por no atrevernos a ver la verdad. Pero vivir en una mentira sólo te puede traer frustración y sufrimiento. La verdad, aunque te produzca un despertar doloroso, te liberará y te permitirá seguir creciendo y aprendiendo.
En las relaciones
Una relación de amor se sustenta en la confianza y en el respeto. La confianza implica saber y poder expresar la verdad. Ser totalmente sinceros el uno con el otro. Las mentiras resquebrajarán la confianza. Una vez que la confianza se debilite, será fácil que se empiece a perder el respeto. Y sin el sustento de estos dos grandes pilares, el “edificio” del Amor se vendrá abajo irremediablemente.
La confianza elimina los miedos. Atrévete a ser sincer@ en tus relaciones, a expresar lo que sientes, abrirte. Los miedos se disiparán y tu amor podrá crecer de dentro afuera. Te ayudará a “florecer”. Independientemente de lo que ocurra en el exterior, en tu interior el resultado siempre será positivo.
Ser sincer@ es valentía. El valor de expresarte, de ser quien eres, de aceptarte y atreverte a salir de tu zona de confort. Te da confianza y seguridad. La mentira, sin embargo, te llena de temor, pues en cualquier momento puede ser descubierta.
Su relación con Ahimsa, la no-violencia
Mentir es una forma de violencia. Es engañar, “robar” la confianza de otra persona. O es engañarte, mirar hacia otro lado, no querer aceptar la realidad. En cualquier caso, el engaño va a provocar sufrimiento a otros o a uno mismo. Por lo tanto, para practicar la no-violencia es necesaria la veracidad. Y a su vez, establecerse en ella, nos lleva a la no-violencia.
Pero cuando una verdad pueda conducir al daño de otra persona, puede dejar de constituir una virtud. Recuerda: utiliza siempre el discernimiento para saber cuándo actuar de una manera o de otra. Que el Amor sea tu guía para ello. Y observa profundamente cuáles son tus verdaderas intenciones cuando te expresas o actúas. Primero la sinceridad contigo mism@. Para ello es necesario el auto-conocimiento. La auto-observación y la meditación son las mejores herramientas para conocerte en profundidad. Puedes ver estos artículos acerca de la meditación:objetivos-de-la-meditacion, y meditacion-primeros-pasos.
La Verdad última
La Verdad última es la respuesta que el ser humano ha venido buscando a las grandes preguntas: “¿Quién soy?”, “¿De dónde vengo?”, “¿A dónde voy?”, “¿Qué es la vida y el Universo?”, “¿Qué sentido tiene todo esto?”…
La búsqueda de la verdad es el sentido de la ciencia y de la espiritualidad. Existe una verdad única que da respuesta a todos estos interrogantes. Es una verdad hacia la que nos dirigimos, por distintos caminos. La ciencia busca una teoría unificada que explique el origen de todas las fuerzas y la estructura profunda del Universo. La espiritualidad busca en el interior, en la profundidad de los estados meditativos.
La falsedad no existe. Son sólo conceptos erróneos, creencias equivocadas. Pero no tienen existencia real fuera de las mentes de quienes las sustentan. La Verdad es real; es la única realidad. Es lo que Es. Lo que de verdad existe. Por lo tanto, la verdad está ahí, presente en todo momento, rodeándote, formándote. Tú eres la Verdad. Tú eres Eso.
Todos caminamos hacia la Verdad, conscientemente o subconscientemente. Estamos en el camino del “Despertar”. En eso consiste precisamente “despertar”: pasar de una visión errónea, no real, a ver plenamente la Verdad. Pasar del “sueño”, a estar “despiertos” a la realidad.
Práctica
Se dice que quién expresa siempre la verdad, tendrá el poder de hacer realidad todo aquello que diga. Sus palabras se vuelven poderosas.
Lo cierto es que la práctica de la veracidad te liberará de preocupaciones y ansiedades; te hará más fácil sentirte en calma, en paz.
- Empieza por depurar tus pensamientos. Que estén plenamente establecidos en la verdad. Evita auto-engañarte. Sé sincer@ contigo mism@.
- Que tus palabras sean veraces y no se contradigan con tus pensamientos. Observa las palabras que usas. Evita los juicios y las quejas innecesarias. Piensa antes de hablar.
- Asimismo tus actos deben estar de acuerdo con tus palabras y pensamientos. En caso contrario, te estás engañando a ti mism@ y al mundo. Finalmente, lo que de verdad expresa aquello que eres, son tus actos. Si quieres cambiar, transformarte en positivo, pensar y hablar pueden ser pasos previos, pero sólo ocurrirá el cambio cuando verdaderamente empieces a actuar.
- Medita sobre la Verdad. Haz de ella tu auténtica religión, tu doctrina, el principio más valioso al que seguir. Párate de vez en cuando a observarte y darte cuenta si sigues la Verdad o te alejas de ella. Para todo crecimiento y transformación es necesaria la auto-observación.
Que Satya, la Verdad sea tu guía, tu camino, tu paz interior.
¡Namasté!
Logan G. C.