El increíble efecto placebo
Puede parecer increíble, pero se calcula que al menos un tercio de las mejorías debidas a los medicamentos o tratamientos, incluso curaciones, provienen del efecto placebo.
¿Qué es el efecto placebo?
Un placebo es una sustancia que carece de acción curativa pero que produce un efecto terapéutico si el enfermo la toma convencido de que es un medicamento realmente eficaz; tiene el mismo aspecto, gusto y forma que un medicamento verdadero pero está hecho de productos inertes y sin ningún principio activo.
El efecto placebo es el fenómeno por el cual los síntomas de un paciente pueden mejorar mediante un tratamiento con una sustancia inocua, es decir, una sustancia sin efectos directamente relacionados con el tratamiento de los síntomas o la enfermedad.
Por ejemplo, imagina que una persona se toma una pastilla para mejorar unos síntomas que padece. Se le ha dicho que esta pastilla es la solución a su dolencia. Tras un tratamiento con esa pastilla la persona mejora. Pero la pastilla que se ha estado tomando era realmente azúcar…
Estudios
Existen numerosos estudios que demuestran los resultados positivos del efecto placebo. Pueden llegar a mejorar desde un 30 % de los casos, hasta a veces un 50%. De hecho, para validar un nuevo medicamento, se hacen pruebas para que supere los resultados de una sustancia placebo.
Pero no sólo tiene que ver con la acción de un medicamento. También funciona en intervenciones quirúrgicas. En 2002 se realizó un estudio con 180 pacientes con artrosis de rodilla. Se les dividió en tres grupos. A todos se les anestesió, y a un grupo se le hizo la artroscopia normal, a otro una cirugía placebo limpiando un poco la articulación, y al tercer grupo sólo se les practicó una incisión y se simuló que habían sido operados. Tras dos años de seguimiento, se encontró que a los que se les había realizado la cirugía placebo habían obtenido los mismos resultados estadísticos en cuanto a dolor y movilidad que los otros dos grupos.
Son resultados increíbles y fascinantes.
La creencia
Se ha comprobado que el efecto placebo es aún más potente cuando el médico que lo prescribe cree que va a obtener un resultado positivo.
También tiene influencia el tamaño y el color de las pastillas. La creencia general es que las pequeñas son más potentes y rápidas, las grandes muy eficaces, las rojas contra el dolor, las rosas estimulantes, etc…
Además, si el placebo es más caro, aumenta la creencia en su eficacia, y así sucede.
El simple hecho de que la persona crea que lo que va a tomar es bueno o malo para ella, hará que su cuerpo reaccione en consecuencia.
Un diagnóstico puede tener influencia en el desenlace del paciente, incluso cuando más tarde se demuestra que el diagnóstico fue erróneo. El poder de la sugestión, positiva o negativa, es real.
Intereses
Lamentablemente, el efecto placebo no se estudia en profundidad. Sólo se tiene en cuenta a la hora de comprobar que un nuevo medicamento sea eficaz. Lo cual está bien, claro, pues así se producen medicamentos y terapias más efectivas. En principio…
No hay que olvidar que quienes producen medicamentos son industrias, laboratorios. Empresas, al fin y al cabo. Y su objetivo principal es ser rentables, es decir, ganar dinero. Encontrar un medicamento eficaz para algo, es un negocio que puede generar grandes ventas en todo el mundo.
Por lo tanto, estudiar el efecto placebo para averiguar los mecanismos que hacen que funcione, no interesa.
Si el efecto placebo puede ser el responsable de los efectos positivos de un tratamiento, entre un 30% y un 50%, ¿se podría estudiar de qué manera poder aumentar esos porcentajes para que sean iguales a los de los tratamientos convencionales (medicinas)?
Cómo aumentar la eficacia del efecto placebo
Al efecto placebo no se le toma en serio principalmente por dos razones:
- No sería rentable como negocio (aunque facilitase las curaciones)
- Habría que admitir el poder de la mente sobre el cuerpo. Algo a lo que de momento no está dispuesta la comunidad científica.
Sin embargo, son tantas las evidencias del poder de las creencias sobre cualquier aspecto de nuestras vidas, que negarlas sin más, es una actitud contraria a la ciencia… La ciencia debe estar abierta a nuevas posibilidades, investigarlas, y tras ello sacar conclusiones, sin plegarse a intereses de industrias o negocios.
De siempre se ha enseñado, en distintas culturas, que las propias emociones tienen un efecto directo en la salud. La forma de pensar afecta a las emociones. Por lo tanto, los pensamientos positivos favorecerán emociones positivas, que a su vez tendrán una influencia positiva sobre la salud. Y los pensamientos negativos crearán emociones negativas que se traducirán en un peor estado de salud.
Nuestra sociedad parece estar diseñada para fomentar los pensamientos y emociones negativas. Sólo hay que ver un programa de noticias o leer un periódico. La mayoría de las noticias son sucesos negativos y que fomentan el desacuerdo y la discusión. Además, la forma de vida apresurada crea estrés y ansiedad, enemigas de un estado emocional positivo.
Las claves
Habría que hacer estudios serios para comprobarlo, pero por simple sentido común, se puede afirmar que el efecto placebo se verá mejorado con estas prácticas:
- La Meditación. Son numerosos los estudios que demuestran los efectos positivos de la meditación por sí sola en numerosas enfermedades. (Ver https://elfarodeobjetivodespertar.com/objetivos-de-la-meditacion/ )
- El optimismo. También se han hecho estudios que demuestran que las personas optimistas tienen el doble de posibilidades de disfrutar de una buena salud cardiovascular que las personas pesimistas.
- El pensamiento positivo. Creer y mantener pensamientos positivos acerca de la propia curación.
- La visualización positiva. Verse ya en el estado saludable deseado.
- La risa y la sonrisa.
- La oración. Entendida ésta no como una petición desde la carencia y la negatividad, sino desde el positivismo y el agradecimiento.
El “contagio” de las emociones
Sería curioso estudiar cómo afectan las creencias de los demás: desde los médicos a los familiares y las personas que rodean al paciente. Y, aunque pueda parecer asombroso, cómo afectan esas creencias incluso a distancia…
Se han hecho experimentos con grupos que se reunían enviando pensamientos de curación a una persona o situación. En comparación a otras personas que no recibías ese apoyo, había entre un 25 y un 30% de mejorías o mejores respuestas a los tratamientos.
Tu pensamiento, de alguna manera, no se encuentra únicamente encerrado en ti. Se irradia y puede influir en otros, incluso a distancia. ¿Nunca has pensado en alguien e inmediatamente te ha llamado?
El efecto placebo nos enseña que:
- existe una capacidad, aún sin explotar, para transformar las cosas desde la intención y el pensamiento.
- el pensamiento positivo puede mejorar, no sólo la propia salud, sino también la de los demás.
- si queremos transformar el mundo, no tenemos que dejarlo todo en manos de los dirigentes, sino que desde nuestra actitud interior tenemos un poder mucho mayor del que creíamos.
La emoción más poderosa que tenemos para realizar todas esas transformaciones es el Amor. Cuando un número suficiente de personas en el mundo irradie el verdadero Amor desde sus corazones, viviremos una transformación general de la humanidad.
La última enseñanza del efecto placebo
La enseñanza que nos ofrece la efectividad del efecto placebo es que tú tienes el poder de crear y transformar tu vida. ¿Estás dispuest@ a utilizar ese poder?
Logan G. C.