Eres lo que comes
Sin duda, todas las sustancias que introduces en tu cuerpo son las que te crean: en ese sentido, eres lo que comes. Esas sustancias son los alimentos, el agua y el aire. Todas son muy importantes y deberíamos preocuparnos en que sean de la más alta calidad. Pero hoy nos vamos a centrar en algunas peculiaridades relacionadas con los alimentos.
Comer mal es como construir un edificio con materiales de mala calidad. El edificio será débil y no durará muchos años.
Si tienes en cuenta que “eres lo que comes”, imagínate que estará pasando en tu interior cuando introduces productos que provienen de la agricultura “moderna”. Alimentos que se fumigan con productos químicos diseñados específicamente para matar organismos vivos… Fertilizantes artificiales contaminados con petróleo y metales pesados. Manipulaciones genéticas. Estas sustancias no deberían siquiera esparcirse por la Tierra. Mucho menos entrar en nuestros organismos con la alimentación. Es dañino para la salud del ser humano y del planeta en general. Es un grave error, y para ponerle fin deberíamos volver a cultivar de manera natural.
Alimentos ecológicos
- Los alimentos ecológicos son más ricos en minerales. Existen muchos estudios que lo demuestran. Los minerales son esenciales para un correcto funcionamiento del organismo. Aunque se pueden tomar mediante suplementos, la forma idónea es a través de la alimentación. La agricultura ecológica, al no basarse en abonos y fertilizantes químicos, utiliza suelos ricos naturalmente en minerales. Las plantas crecen más sanas, y al comerlas, absorbes esos mismos nutrientes que le dan la salud a la planta.
- La agricultura ecológica no es tóxica ni deja residuos permanentes. Los pesticidas industriales son muy tóxicos y envenenan por muchos años el planeta. Por ejemplo, el DDT, ya prohibido, se sigue encontrando en los tejidos de los seres vivos por todo el planeta. Tiene efectos como neurotoxina, xenoestrógeno y carcinógeno… Y es una sustancia química más entre las miles que el ser humano, en su locura inconsciente, ha lanzado al medio ambiente.
- Son más nutritivos. No sólo tienen más minerales; también tienen más vitaminas y antioxidantes. Además son más sabrosos.
- Evitan la manipulación genética. La realidad es que aún no se sabe a ciencia cierta cómo pueden afectar en el tiempo los alimentos manipulados genéticamente. Los cultivos afectan al medio ambiente en el que se encuentran, contaminando a su alrededor. Y podrían tener algún efecto en nuestros organismos. Mejor evitarlos.
- Tienen mejor calidad en sus envasados y etiquetados.
- Por supuesto, además de no usar químicos en su cultivo, tampoco se emplean conservantes químicos.
Comer más alimentos crudos
Estamos tan acostumbrados a cocinar, que hemos olvidado que el hecho de cocinar alimentos es un invento del ser humano. Por supuesto que es útil y ha supuesto un gran avance y ayuda en nuestra evolución como especie. Pero no debemos olvidar por el camino los grandes beneficios de los alimentos crudos.
El primero de ellos es que contienen todos los nutrientes sin alterar. Al cocinar, se pierden nutrientes o se alteran, y además se suele añadir en exceso otros, como la sal. Los propios recipientes que se usan para cocinar pueden aportar tóxicos.
Los alimentos vegetales crudos son accesibles, ricos y agradables, contienen miles de nutrientes saludables, y ademas, nuestro sistema digestivo está preparado para procesarlos.
Los alimentos crudos son más ricos en enzimas, que son fundamentales para todos los procesos de la vida. Se relaciona la pérdida de enzimas con el envejecimiento.
Si comes carne
En este artículo no vamos a entrar en si es mejor o no ser vegetariano. Lo que sí es importante, es, en general, comer con consciencia. Saber de dónde proviene la comida que ingieres y en qué condiciones se ha cultivado o criado, y preparado. Recuerda, eres lo que comes, y eso implica muchos aspectos…
Lo mismo para los huevos. Lo ecológico no es sólo lo vegetariano. Cualquier alimento que tomes, cuida que tenga una procedencia natural.
Eres lo que comes
En realidad, te formas con todo lo que penetra en ti. Hoy me he centrado en los alimentos, pero no me gustaría terminar sin mencionar otros “nutrientes” con los que te vas “construyendo”.
- El aire que respiras. Si tienes la mala suerte de vivir en una gran ciudad, procura salir de ella cada vez que te sea posible. Sal a la naturaleza y respira profundamente. El aire puro te llena de energía y vitalidad.
- Bebe agua de manantial. Es la mejor que puedes encontrar. El agua que venden, aunque proceda de buenos manantiales, viene ya contaminada por los propios envases de plástico. Busca manantiales cerca de donde vives y bebe de ellos.
- Cuida también todo lo que entra por tus sentidos. “Eres lo que comes” quiere decir que eres según todo lo que entra en ti: alimentos, sensaciones, emociones… Cuida lo que ves y lo que oyes. “Aliméntate” de sonidos agradables, conversaciones amables, documentales interesantes e instructivos. Evita lo que te produce tensión.
- Cuida tus pensamientos. Si es cierto que eres lo que comes, también es cierto que eres lo que piensas.
Estos temas podrán ser desarrollados en otros artículos. Como sabes, el propósito aquí tiene siempre que ver con el “Despertar”. Con ser cada vez más conscientes en nuestras vidas, en todos sus aspectos.
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Logan G. C.