Momentos diarios para meditar
A lo largo de tu día, tienes muchos momentos en los que podrías parar y tomar consciencia. La meditación no tiene que ser únicamente sentarse media hora o más, uno o dos días en semana. Puedes encontrar muchos momentos diarios para meditar. Haz que forme parte de tu vida, y así la transformará en positivo de formas inesperadas.
Muchas personas no son conscientes de la importancia que puede llegar a tener la meditación en sus vidas. De hecho, ni siquiera saben qué es la meditación. Quizás sientan una necesidad interior que no pueden precisar, una especie de vacío interior. Pero no saben qué hacer para llenarlo.
¿Porqué no se medita?
Principalmente, no se medita porque no se sabe que existe esa posibilidad. La sociedad en que vivimos no fomenta esta práctica. Siempre digo que si se enseñase la relajación y la meditación desde las escuelas, y a o largo de toda la educación, el mundo cambiaría por completo. Una persona relajada, que medita, es mucho más consciente, y de forma natural adquiere una ética de vida. Sin necesidad de imposiciones, no sería violenta, ni tendría interés en robar o cometer ningún delito. Naturalmente sería más compasiva y tendería a ayudar a los demás más que a competir con ellos. Una persona relajada es mejor persona.
Cuando ya conocemos lo que es la meditación, los hábitos y costumbres de toda una vida son los obstáculos que nos impiden practicarla más. Como no se trata de un hábito aprendido desde la infancia, cuesta más implantarlo de adultos. Se hace necesaria cierta disciplina, sobre todo en los inicios.
Además, las distracciones que tenemos son muchas. Siempre se nos puede ocurrir algo distinto que hacer en vez de meditar. Nuestra sociedad abunda en distracciones, y de hecho, las fomenta.
Por otra parte, a la mente le gusta distraerse con pensamientos que nos sacan del momento presente. Pensar en otras personas, otras vidas, imaginando cómo son. Ahí entran los juicios, críticas y opiniones. O pensar en el pasado, recordando hechos, o imaginándolos de otra manera. Y también pensar en el futuro, tanto inmediato como a más largo plazo. La mente vuela en todas direcciones, pero nunca se posa tranquilamente en el momento presente.
¿Qué puedo hacer?
Una vez que has probado la meditación y te has convencido de la importancia de que forme parte de tu vida diaria, puedes ponerte “recordatorios” allí donde los veas a menudo. “Fabrícate” los momentos diarios para meditar. Por ejemplo, notas pegadas en el ordenador, en el frigorífico o debajo de la tele. “Siente tu cuerpo”, “Respira”, “Sonríe”, … Cada vez que los ves, tomas consciencia de las sensaciones corporales, de tu respiración, sonríes y respiras más profundamente. Estos sencillos actos ya van tener un profundo impacto en tu vida.
Cuando tengas un minuto (o 5), acostúmbrate a parar, enderezar tu columna, vaciar y llenar tus pulmones varias veces, relajarte y sonreír. Esto lo puedes hacer en tu casa, de vez en cuando a lo largo del día. Y también en ocasiones concretas que se suelen dar en nuestras vidas.
Ejemplos de momentos diarios para meditar
En una cola
Cuando tengas que hacer una cola. La primera decisión al encontrarte mucha gente para hacer algo es si esperas o si te vas. Si no puedes irte, porque es la cola en el supermercado o porque la gestión la quieres hacer en ese momento (el banco, una oficina…), tienes otra elección que tomar. ¿Cuál va a ser tu actitud? Te puedes impacientar, mirar continuamente como pasan los minutos, criticar la lentitud de las personas que están delante, o de la persona que atiende. Tu cuerpo se tensa, tus pensamientos dan vueltas inútilmente a lo que no se puede variar. O bien, tomas la decisión de aprovechar esos minutos para sentir tu cuerpo, enderezar la columna vertebral, respirar más, sonreír… Tú elijes. Y puedes hacer que tu vida sea muy distinta, siendo las circunstancias exteriores las mismas.
Al contestar el teléfono o abrir la puerta
Al ir a contestar el teléfono o abrir la puerta. Generalmente, tanto el timbre de la puerta como el del teléfono nos hacen reaccionar súbitamente y rápidamente vamos a abrir o a contestar. Podemos hacer lo mismo, pero dejando que el teléfono suene tres veces, que es casi lo normal. Mientras suena, te acuerdas de respirar, relajar tu cuerpo y sonreír. Cuando contestes, tu energía y predisposición serán muy distintas. Igualmente cuando llaman a la puerta. Te paras unos segundos para sentirte y relajarte, y a continuación abres. No has hecho esperar a la otra persona más tiempo del normal, y sin embargo, tú has cambiado mucho y a mejor.
El semáforo en rojo
Otros segundos preciosos son aquellos en los que nos encontramos, conduciendo, con un semáforo en rojo. La reacción es como si nos estuviesen agrediendo, ya que impiden nuestro camino. Se suele decir: “¡Otra vez en rojo!”, “¡Siempre los cojo en rojo!”, … A pesar de que eso no es verdad, nos lo tomamos como algo personal, tensando el cuerpo y la mente. Fomentando el estrés. La alternativa es aprovechar esos segundos para relajarte, sentir el cuerpo, respirar más profundamente y sonreír. Incluso te puedes permitir cerrar los ojos, pues en cuanto el semáforo se ponga en verde, amablemente el vehículo detrás de ti te avisará con su bocina. Tras agradecer su amabilidad, sigues tu camino…
Otros momentos
Puedes emplear otros momentos de tu día o señales. Por ejemplo:
- Cuando oigas sonar unas campanas.
- Cuando vas al servicio.
- Justo antes de empezar a comer.
- Al salir a la calle y ver el día, respirando el aire exterior.
Utiliza tu creatividad y haz que el recuerdo de ti se haga cada vez más presente en tu vida diaria.
Como ves, poniendo un poco de atención, podemos encontrar muchos momentos diarios para meditar. Por supuesto, esos momentos se van a ver muy reforzados con tus prácticas más clásicas de meditación. Y a su vez, estos momentos diarios van a hacer que tus meditaciones sentad@ sean más profundas.
- Vas a crear atención en tu vida, siendo mucho más consciente de tus reacciones y de las de los demás.
- Tendrás más paciencia, sabrás “estar” en distintas situaciones, escucharás mejor.
- Los eventos de la vida no te arrastrarán caóticamente de un lado a otro, sino que tendrás más control sobre tu manera de reaccionar.
- En definitiva, tendrás más poder, y por lo tanto podrás crear tu vida conscientemente.
- Serás más feliz y contribuirás a hacer un mundo mejor.
“Ser consciente en los pequeños momentos de la vida
es la mejor meditación.
Sentarse a meditar cada día
es el entrenamiento.”
-Frase de Objetivo Despertar-
https://www.facebook.com/ObjetivoDespertar/
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