Meditación y PNL

La PNL nos ofrece las mejores estrategias para el desarrollo personal.

Nos ayuda a hacernos conscientes de nuestros programas, resultado de todo lo aprendido y experimentado en nuestras vidas, y que determinan cómo pensamos y percibimos el mundo;  de nuestros procesos neurológicos y de nuestros procesos de comunicación, estudiando cómo nos comunicamos tanto verbalmente como no verbalmente.

PNLAsí descubrimos nuestras posibilidades y limitaciones, y nos da las herramientas para cambiar lo que sea necesario y así permitir nuestro mejor desarrollo.

Presuposiciones de la PNL

La PNL parte de unas presuposiciones, que son:

  • Cada persona tiene su mapa de la realidad.
  • El mapa no es el territorio.
  • No es la realidad la que nos limita sino nuestros mapas de la misma.
  • En un sistema, el elemento más flexible y con más alternativas, es el que domina el sistema.
  • No existen fracasos, sino sólo resultados de los que es posible aprender.
  • Si lo que hacemos no funciona, hagamos algo distinto.
  • No es lo mismo conducta que identidad.
  • Las personas funcionamos de la mejor manera posible, con una intención positiva y adaptativa.
  • Las personas tenemos disponibles todos los recursos que necesitamos.

La Meditación también afirma que la realidad que creemos experimentar no es tal realidad; vivimos en un sueño del que es necesario despertar para acceder a la auténtica realidad.

La PNL y el Coaching ayudan a la persona a que encuentre sus propias soluciones a partir de sus propios recursos.

Saber escuchar

Una habilidad fundamental tanto para la PNL como para el Coaching es el saber escuchar. Escuchar de verdad, sin hacer presuposiciones. Se trata de captar todo lo que ocurre, no de interpretar. Para ello, la atención ha de estar plenamente enfocada en la persona que se tiene delante. Así se podrán percibir, además de las palabras, todo el resto del lenguaje verbal y no verbal, que va a aportar una valiosísima información. Por ejemplo, la entonación, el ritmo, el volumen, los gestos, la mirada, la postura…

Si sabes escuchar y observar atentamente todo lo que pasa delante de ti, podrás captar mucha información, y podrás ayudar mucho mejor a la otra persona.

Para poder hacerlo correctamente, primero has de ser capaz de dejar a un lado tu forma automática de juzgar e interpretar. La mente tiende a hacer eso, y has de estar bien atent@ para evitarlo. Para que tu mente esté lo más calmada posible y preste la mejor atención, tienes a tu disposición una herramienta milenaria y de máxima efectividad: la Meditación.

La Meditación te va a enseñar un camino hacia tu paz interior.

Desde ahí, en relajación y silencio, podrás percibir mucho mejor, con más detalle, todo lo que ocurre a tu alrededor y también dentro de ti. Te va a permitir conocerte más a fondo, ya que te va a dar acceso a tu subconsciente, donde guardas todas las experiencias de tu vida.

Podrás acompañar mucho mejor a otras personas si te conoces plenamente y has trabajado antes en ti. La Meditación es la herramienta que te va a permitir descubrirte y transformarte profundamente, y también ayudar desde tu presencia atenta a asistir en la transformación de los demás.

Desde la Meditación, tus pensamientos, emociones y sentimientos dejarán de ser una barrera para poder sintonizar adecuadamente con la otra persona.

Primeros pasos en la meditación

  • La postura: firme y estable. Con la columna recta.
  • La Relajación: es el fundamento necesario, la estructura, e incluso un método efectivo por sí mismo.
  • Un lugar ideal para meditar sería uno tranquilo, silencioso; la naturaleza es genial para meditar, pues constituye por sí misma una técnica de meditación. En última instancia, el mejor lugar siempre será aquel en el que te encuentres “AQUÍ”.
  • El mejor momento para la meditación, según los antiguos yoguis, se encuentra en las dos horas previas al amanecer. También el atardecer puede ser propicio. Aunque siempre el mejor momento será “AHORA”.
  • ¿Cuánto tiempo meditar? Hay maestros que piden que se medite al menos una hora diaria. Otros te sugerirán que si tienes un minuto, estará bien… Que el tiempo no sea una excusa para no hacerlo. Dedica el tiempo que puedas, empieza con poco, pero al menos, hazlo…
  • El Silencio. Si el lugar es silencioso, te ayudará. Más importante aún es que puedas silenciar tu mente. Para ello sirven las técnicas que existen de meditación. Encuentra las que más te ayuden. No hay mejores ni peores.
  • La respiración. Poner tu atención en el movimiento de tu abdomen, o en el roce del aire al entrar y salir por las fosas nasales, son técnicas sencillas y muy efectivas. Cada vez que te arrastre algún pensamiento, vuelve a sentir tu respiración.

 

¿Qué es Meditación?

La meditación es un estado que va “más allá de la mente”. Por lo tanto, es difícil de explicar. Más bien imposible, pues a través de la mente y los pensamientos no se puede explicar un estado que los trasciende. Sólo se pueden hacer aproximaciones, teniendo en cuenta que la verdadera comprensión vendrá con la experiencia.

Puedes ver más en el siguiente artículo: https://elfarodeobjetivodespertar.com/meditacion-primeros-pasos/

El “observador”

En general, procura ponerte en el estado de “observador”. Desidentifícate de tu cuerpo, de tus emociones y de tus pensamientos. Simplemente obsérvalos desde “otra” posición. Esta capacidad de ver las cosas desde fuera es muy importante en PNL. Te permite comprender situaciones sin interpretar; te ayuda a escuchar y percibir más claramente lo que sucede. Podrás ponerte más fácilmente en el estado de la segunda persona, e incluso en el de tercera persona. Sin involucrarte emocionalmente, es más fácil ver con claridad la situación.

Una práctica sencilla

Lo primero que has de saber es que, el pilar fundamental que sustenta el edificio de la meditación es la relajación. Por lo tanto, la forma de entrar en meditación va a ser a través de la relajación física. La única diferencia con la práctica de la mera relajación va a ser la postura. Para relajarte puedes acostarte sobre una esterilla, pero para meditar es necesario que estés con la columna recta. La razón principal es que si te tumbas para meditar, es fácil que acabes durmiendo, con lo cual no alcanzas el estado que buscas.

Práctica:

  • Busca una postura cómoda en la que te sientes con la columna recta: puede ser en el suelo con las piernas cruzadas si tu cuerpo está acostumbrado a ello, o en un banco de meditación, sobre un cojín, o simplemente sentándote en una silla. Lo principal es que tu columna permanezca recta y relajada. Puede que al principio, si tus músculos posturales están debilitados, sientas tensión o molestia en la espalda, pero con la práctica todo eso irá desapareciendo. Coloca las manos sobre tus muslos, relaja bien los hombros y cierra los ojos.
  • Ahora dedícate simplemente a sentir tu cuerpo y a relajarlo aún más con cada espiración. Siente el contacto con el suelo, con la ropa, con el asiento, con el aire… Siente tu postura manteniéndola en completa inmovilidad, sin tensiones, profundizando en la relajación.
  • Puedes recorrer tu cuerpo varias veces, y después centrarte en las sensaciones de tu respiración. Primero en el movimiento del abdomen al inspirar y al espirar, sin hacer nada, sólo sintiendo cómo tu cuerpo respira. Tras unos minutos, lleva tu atención al roce del aire al entrar y salir por las fosas nasales.
  • Siguiendo estas pautas podrás permanecer unos minutos sin que tu mente se distraiga. Y si te das cuenta en un momento dado de que tu mente se ha ido tras algún pensamiento, simplemente vuelve a donde estabas. Sin tensión, tomando consciencia de cómo se ha ido tu mente, de qué tipo de pensamiento era, cómo se ha encadenado uno con otro si ése ha sido el caso… Y vuelve a sentir tu cuerpo, tu respiración.

Logan G. C.