Wayne Dyer
Esta semana quiero presentarte a otro maestro al que vale la pena ver o leer. Probablemente ya le conozcas. Se trata de Wayne Dyer, autor de numerosos libros. Se hizo famoso con “Tus zonas erróneas”, publicado en 1976, y del que se han vendido millones de copias en todo el mundo. Le siguieron muchos otros, como “Tus zonas mágicas”, “Tus zonas sagradas” o “El cielo es el límite”, por citar algunos de los que más me han gustado.
Wayne Dyer nos dejó el 29 de agosto del año pasado (2.015), a los 75 años, tras más de seis combatiendo una leucemia. Su enseñanza se basa en la firme creencia de que todo ser humano puede alcanzar sus más altas potencialidades, transformándose en una persona dichosa y completa. Sus escritos empezaron desde un punto de vista psicológico, y con los años fueron evolucionando hacia una visión cada vez más espiritual. De hecho, se le ha conocido como un gran motivador y como un maestro espiritual.
Tu mirada
Solía repetir en sus charlas que “si cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian“. Entendía que nuestras vidas son una suma total de las opciones que hemos tomado, y que por lo tanto, es posible crear nuestro futuro, practicando ser el tipo de persona que nos gustaría ser. La intención va creando nuestra realidad. Y las creencias que tengamos impulsarán la intención que nos haga avanzar en la vida.
Su mensaje es el mismo que escucharás o leerás en numerosos maestros y autores. A Wayne Dyer le caracteriza, además de haber sido de los primeros en ser mundialmente conocido, su forma sencilla y clara de abordar estos temas. Y también que irradia y transmite su enseñanza. Es totalmente sincero. Puedes sentir que habla desde su propia experiencia, desde su corazón, transmitiendo amor a su público. Es el tipo de maestro que comparto en este blog, como ya hice con Eckhart Tolle (si no leíste el artículo acerca de él, haz click sobre su nombre). Son los que considero verdaderos Maestros, que te van a indicar claramente el camino, sin rodeos ni falsedades. Son personas en las que puedes confiar plenamente, pues te llevarán a experimentar en ti eso que internamente andas buscando.
El cambio
Por supuesto, te recomiendo leer alguno de sus libros (te dejo algunos enlaces al final del artículo). Y también te animo a que veas una película, “El cambio”, y que lo hagas al menos un par de veces para sacarle todo el jugo que tiene. En ella nos hace ver cómo a medida que avanzamos en la vida, cambian los valores que nos impulsan.
“Totalmente desprevenidos entramos en el atardecer de la vida. Y lo peor de todo, es que nos adentramos en él con la falsa presunción de que nuestras verdades e ideales nos servirán a partir de entonces. Pero no podemos vivir el atardecer de la vida con el mismo programa que la mañana, pues lo que en la mañana era mucho, en el atardecer será poco, y lo que en la mañana era verdadero, en la tarde será falso.”
Es interesante la comparación que hace entre los valores de los hombres y de las mujeres a medida que pasan a otra etapa de sus vidas.
El sentido de la vida es ser feliz, disfrutar de ella, y para ello es necesario llegar a un lugar donde no estés intentando ir a otro sitio. Y ese lugar se encuentra dentro de ti.
El ego
Algunas de las muchas enseñanzas de la película, tienen que ver con cómo nuestras falsas creencias se basan en el ego. Éste nos hace creer que somos lo que tenemos, lo que hacemos, y lo que los demás piensen acerca de nosotros.
- Así buscamos la felicidad y la satisfacción en el tener cada vez más, pues creemos que mientras más tengamos, más somos. El problema es que si soy lo que tengo, y lo que tengo desaparece, entonces yo también desaparezco…
- Si me identifico con lo que logro en mi vida, entraré en una espiral de competición. Posponiendo así mi felicidad a un logro mayor.
- Finalmente, si mi felicidad va a depender de mi reputación, estaré siempre pendiente de lo que los demás piensan de mí. Intentando adaptarme a ellos para que no me critiquen. Y dejando a un lado la libertad de ser yo mismo.
Agradecimiento
Otra de las enseñanzas importantes en esta película es el aprender a sentir que, en realidad, no te falta nada. Wayne Dyer anima a la práctica del agradecimiento. De hecho, así comienza la película: despertándose por la mañana y diciendo tres veces “Gracias”. Afirma que la vida se encarga de darte lo que más necesitas en cada momento. Se trata de estar abiertos a esta posibilidad, y no actuar desde el ego, sino con la idea de dar, de ofrecer algo al mundo. Conecta con la Naturaleza y con tu naturaleza interior, con esas inquietudes y capacidades propias de ti y que te hacen sentir feliz.
En el transcurso de la película, Wayne Dyer habla de estos temas en una entrevista que le hacen. En paralelo, se mezclan situaciones de otros personajes que van ilustrando sus enseñanzas. Además, acompaña una excelente banda sonora, de Christopher Ferreira.
“A veces sólo tienes que pararte y prestar atención. Entonces la música sucede. Tu música…” Y no puedes permitirte llegar al final de tu vida sin haber dejado que suene tu música…
Es una película preciosa, en todos sus sentidos. Para disfrutarla. Puedes verla aquí.
El poder de la intención
También te voy a dejar en este artículo los enlaces a una conferencia que impartió acerca del poder de la intención. Está muy bien doblada al español, con la misma voz que en “El Cambio”. Su personalidad y sus palabras te atrapan desde el principio, y no se te hará larga su charla.
Puedes ver la primera parte de la conferencia aquí. Y la segunda parte, aquí.
Te dejo también enlaces a algunos de sus libros, por si te interesa adquirirlos (haz click sobre el título):
Frases
Algunas de las frases más pronunciadas por Wayne Dyer:
- La transformación significa literalmente ir más allá de tu forma.
- No te mueras con la música aún dentro de ti.
- La catástrofe que tanto te preocupa, a menudo resulta ser menos horrible en la realidad, de lo que fue en tu imaginación.
- Cómo te trata la gente es su karma; cómo reaccionas es el tuyo.
- Los juicios nos impiden ver lo bueno que hay tras las apariencias.
- Cuando dejas de tomar decisiones, entras en el vasto mundo de las excusas.
- No siempre puedo controlar lo que ocurre en el exterior, pero puedo controlar lo que ocurre en el interior.
- Cuando perseguía el dinero, nunca tenía suficiente. Cuando tuve un propósito en la vida y me centraba en dar de mi mismo y de todo lo que llegaba a mi vida, entonces era próspero.
- Soy realista, espero milagros. 🙂
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