La verdadera historia de Jesús
Damos por sentado que la verdadera historia de Jesús es la que nos cuentan los cuatro evangelios en la Biblia. La religión católica se organizó como tal más de 300 años después de la vida de Jesús. Y se hizo escogiendo entre todos los textos que circulaban entonces, adaptándolos a la doctrina que decidieron imponer. Con el tiempo, fueron destruyendo en lo posible las otras versiones que circulaban, así como a los grupos que las seguían.
Quizás nunca sepamos con certeza cómo fue en realidad la vida de Jesús. Pero indagando entre los evangelios llamados apócrifos, textos indios, leyendas del sur de Francia, y otros manuscritos que siguen existiendo, se puede dar una versión mucho más interesante. Una historia que nos acerca a un Jesús más humano. Una historia que explica de otra manera episodios mágicos o “milagrosos”.
Jesús fue un ser humano como tú y como yo. Con una inquietud espiritual que le empujó a viajar y a aprender. Con impulsos humanos normales, ganas de amar y de ser libre.
En mi libro “La verdadera historia de Jesús” (ver enlace al final del artículo), te acerco esta versión, documentada, de su vida. No es todo producto de mi imaginación. Aparecen sus enseñanzas espirituales, andanzas por la India y sus relaciones con personajes como Juan el Bautista y María Magdalena. En este artículo quiero presentarte parte del contenido de este libro y algunos de sus secretos.
Por ejemplo, esta nueva explicación de quiénes eran en realidad los Reyes Magos. Si lo piensas un poquito, es realmente absurda la aparición de estos personajes. ¿De dónde vienen? ¿A quienes representan? La historia que nos han contado, tomada al pie de la letra, no tiene sentido. Entonces se podría buscar una explicación simbólica…
Pero hay otra versión, que cuando se conocen los detalles, sí que parece más lógica. Si acaso hubo unos personajes que aparecieron buscando al niño, ésta es la historia más probable:
Los Reyes Magos eran en realidad monjes budistas en busca de la encarnación de su difunto maestro.
Antes de que te rebeles ante esta afirmación, ten en cuenta los siguientes hechos:
- En el Budismo, así como en muchas otras tradiciones, se cree en la reencarnación.
- Cuando muere un maestro, o un Lama, se busca su encarnación para educarle de nuevo en el Camino. Para reconocer al niño se le muestran distintos objetos entre los que están algunos pertenecientes al fallecido. Si el niño los reconoce y los elige, es el re-encarnado. (¿Has visto la película “El pequeño Buda”?)
- Para cuando nació Jesús, el Budismo llevaba ya 500 años existiendo. Se había extendido por todo el mundo conocido. Monjes budistas llegaron hasta Egipto en sus peregrinaciones. Las enseñanzas y doctrinas de Buda eran muy conocidas.
- Las rutas comerciales unían China con el Imperio Romano y Egipto, pasando por Palestina.
Es posible, que siguiendo las indicaciones dejadas por su maestro, estos tres monjes llegaran a Palestina buscando su nueva encarnación. Y allí mostraron los objetos que traían consigo a distintos niños, hasta dar con Jesús. Sus ropajes y condición de extranjeros llamarían bastante la atención, facilitando el que fueran llamados “Magos”.
Tras una infancia en la que se le instruyó acerca de los conocimientos espirituales, Jesús se podía sentir muy atraído por la India. Las rutas comerciales que pasaban por Palestina traían mercaderes llenos de historias asombrosas de las tierras de las que venían. Hablarían de los santos de la India, los fakires, los yoguis, y sus increíbles capacidades. A oídos de un adolescente muy interesado en estos temas, estas historias habrían avivado aún más su interés por viajar a aquellas remotas tierras.
Es fácil imaginar que se uniese a una caravana de comerciantes en ruta hacia la India. Además esto explicaría el vacío de información en los evangelios entre los 12 y los 30 años de Jesús. Y en la India y el Tíbet se afirma que Jesús estuvo allí.
En mi libro cuento ese viaje, en el que se familiariza mucho más con los conocimientos y prácticas espirituales de la época.
Su regreso a Palestina y su relación con la Magdalena
Hacia los treinta años, Jesús vuelve a su tierra natal. Allí se encuentra con Juan el Bautista, que entonces era un maestro con multitud de seguidores, enfrentado a los sacerdotes de Jerusalén. Distintos episodios que aparecen en los evangelios reciben aquí una luz distinta. Especial mención a su relación con María Magdalena.
En los evangelios oficiales se la ha maltratado. No es de extrañar, en un mundo patriarcal y machista, en el que no se dejaba lugar a la mujer ni a la energía femenina. La Magdalena, así llamada por provenir de Magdala, en Etiopía, era en realidad una gran maestra en los misterios esotéricos. De familia poderosa, gozaba de poder económico y de cierta protección ante sus enemigos. Protegía y enseñaba a las mujeres a desarrollar su propio poder y su fuerza. Eso hacía que fuera mal vista por el poder regional. Pero no así por Jesús, con quien tuvo una profunda relación espiritual. Tal y como se hace ver en varios evangelios apócrifos, ella era la preferida de Jesús, a quien besaba en público (Evangelio de Felipe) y la que de verdad entendía sus enseñanzas.
Pero para la Iglesia que se formó tres siglos después, no interesaba tener una figura femenina poderosa. La “borraron del mapa” para crear una institución gobernada por hombres y dirigida a obtener el poder, mas que a liberar a las personas.
En el “pueblo” quedó arraigado ese culto a la Magdalena, sobre todo en el sur de Francia, lugar en el que se refugió cuando empezó a ser perseguida. De ahí los cultos tan expandidos a la virgen “negra”.
Se afirma que la Magdalena tuvo una hija de Jesús, Sara, patrona de los gitanos (la llaman Sara, la negra). Estos detalles (y otros más) también aparecen en mi libro.
Esta información me la encontré desde mis primeros viajes a la India. De hecho, allí afirman que Jesús se haya enterrado en Srinagar, Cachemira, al norte del país. Hay muchos datos que sustentan esta versión:
- Lo primero, es que en la India se habla de un maestro de las características de Jesús, con heridas en sus pies, que estuvo enseñando hasta su muerte en Cachemira, justo en aquella época.
- En Srinagar se encuentra el lugar en el que supuestamente está enterrado. Actualmente es un lugar de culto musulmán, con lo que no facilitan visitarlo. Srinagar significa “la ciudad del maestro”…
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Y los propios datos de la crucifixión:
- Jesús fue apresado la noche del jueves al viernes. Pedro, al seguir a sus captores, al amanecer, negó tres veces que le conociera.
- La mañana del viernes fue torturado, antes de ser llevado a su crucifixión.
- Los sábados (el sabbat) eran (y son aún) días sagrados para los judíos. Es el séptimo día de la semana, en la que se debe descansar. Se celebra desde la puesta del sol del viernes hasta que aparecen las primeras estrellas el sábado. No se podía ni trabajar ni hacer ninguna actividad. No se podía mantener crucificados a los condenados. Al caer la noche del viernes, bajaban los cadáveres, y a los que no estaban aún muertos, se les quebraban las piernas para acelerar su muerte, antes de bajarlos de la cruz.
- Jesús estuvo sólo unas pocas horas (tres o cuatro) en la cruz. No podía estar muerto al atardecer. José de Arimatea, con su influencia, pudo haber evitado que le partieran las piernas, afirmando que ya estaba muerto.
- Jesús fue llevado, precisamente, a un sepulcro de José de Arimatea. Allí recibió una primera atención, y al abrigo de la noche, le llevaron a un lugar seguro.
- Cuando al amanecer del domingo los sacerdotes acuden al sepulcro en busca de su cuerpo, se lo encuentran vacío. (Por cierto, los tres días que supuestamente transcurren hasta la resurrección no tienen cabida. Desde el viernes al atardecer hasta la madrugada del sábado al domingo, hay poco más de un día…).
El libro
Son datos suficientes para poder creer, con muchos argumentos, en una versión distinta a la ofrecida por la Iglesia. Esta es la versión que se cuenta con más detalle en el libro “La verdadera historia de Jesús”. Quiero aclarar, que aunque el argumento no vaya acorde con los evangelios oficiales, se trata de un libro altamente espiritual y respetuoso con la figura de Jesús.
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