CREA TUS CREENCIAS
Crea tus creencias… No solemos pensar en la importancia de nuestras creencias. Seguro que te has preguntado alguna vez ¿qué es la vida?, ¿por qué me ocurren las cosas que me ocurren?, ¿qué sentido tiene todo esto?… Pero quizás no te hayas preguntado: “¿De dónde vienen mis creencias?”
La sociedad, el mundo en el que vives, te ha enseñado a vivir de cierta manera, a perseguir ciertos objetivos, con la promesa de que así, y sólo así, llegarás a ser feliz… Y tú quizás te hayas rebelado, o quizás lo hayas intentado, para en algún momento darte cuenta de que la felicidad prometida no estaba allí donde te decían.
Así te das cuenta de que tus creencias, la forma en que ves el mundo, te ha sido impuesta y no es la más adecuada.
Quizás haya otra forma de ver el mundo y de vivir en él.
Además de la sociedad, a través de tus padres, maestros, amistades, y a través de experiencias vividas en la infancia y no comprendidas entonces por el niño o niña que eras, otras creencias acerca de tu persona, de tus habilidades y de tus potencialidades se han ido instalando en ti. Y la mayoría de esas creencias quedan ocultas a tu consciencia, al menos hasta que empiezas a trabajar en el auto-conocimiento.
En tu subconsciente se suelen instalar creencias que te limitan, que te hacen creer que eres menos, que no vales lo suficiente, que no sabes, que no puedes…
Recuerdo que a los 15 años me veía más bajo que otros amigos, que en realidad medían igual que yo; y fue una sorpresa el darme cuenta de ello, diciéndome: “¡Anda!, pero si soy tan alto como él!”.
Ahí se reflejaba un sentimiento de inferioridad anclado en mi interior por experiencias pasadas…
Todos tenemos creencias de ese tipo, tenemos algún problema de autoestima más o menos consciente, pues todos hemos recibido sugestiones en ese sentido en algún momento de nuestras vidas, o nos ha sucedido algo que nos haya marcado.
Pero la buena noticia es que nada de eso es irreversible.
Por supuesto, lo que ha sucedido ha sucedido, no se va a borrar, pero sí podemos darle una nueva interpretación a los hechos, entenderlos desde una nueva perspectiva, la que ahora podemos tener con nuestra experiencia vital, con nuestro conocimiento, y cambiar así esas creencias que nos limitan por otras que, al contrario, nos empoderen, nos hagan reconocer todo nuestro potencial y nos empujen a lograr la vida que soñamos.
Esto es posible, y si tú estás aquí, es porque vas a hacerlo o incluso ya lo estás haciendo.
Lo primero de todo en este camino de transformación es:
- aceptar tu pasado,
- aceptar las limitaciones de las que te vas haciendo consciente,
- a continuación decidirte a decirles adiós, sabiendo con certeza en tu interior que puedes
- cambiarlas por las creencias que te vengan bien en tu vida.
Tú puedes crear tu vida, decidir cómo quieres pensar, en qué quieres creer, cómo quieres actuar e interactuar con los demás; tú decides cuál va a ser tu posición en el mundo que vives.
Haz este sencillo ejercicio:
- Piensa en esa creencia que tienes y que te gustaría dejar atrás.
- Escríbela en un papel bajo el título “Solía creer…”.
- Escribe a continuación la creencia que sí que te gustaría tener en su lugar, ahora bajo el título “Elijo creer…”.
- Haz lo mismo con otras creencias que sepas que tienes y quieres cambiar.
- Lee cada día esa hoja, y tras una o dos semanas, escribe en una nueva hoja sólo las creencias que quieres tener en tu vida, bajo el título “Estas son mis creencias”, y de nuevo tenlas a la vista para leerlas a menudo.
Es un sencillo ejercicio que te ayudará a tomar consciencia de las creencias que te limitan y también a tomar consciencia de las creencias que quieres tener en tu vida.
El hecho de recordarlas y leerlas a menudo, de pensar en ellas, hará que se refuercen en tu mente. Así se convertirán en las nuevas creencias que guíen y transformen tu vida.
El siguiente paso es actuar en consonancia con esas nuevas creencias. Sólo la acción puede hacer que tu vida sea diferente.
Seguramente conoces el dicho que se atribuye al novelista inglés Charles Reade. (Aunque sea un dicho muy conocido en Oriente desde hace milenios…):
“Siembra un pensamiento y tendrás una acción, siembra una acción y cosecharás un hábito, siembra un hábito y cosecharás un carácter, siembra un carácter y cosecharás un destino”.