Ahimsa, la no-violencia
La primera enseñanza del Yoga es Ahimsa, la no-violencia. Efectivamente, si lees los Yoga-Sutras de Patanjali (puedes ver el siguiente artículo: https://elfarodeobjetivodespertar.com/practicando-yoga/ ), comprobarás que divide el Yoga en ocho partes. La primera de ellas es Yama, que suele traducirse como una serie de normas éticas. Pues bien, el primer apartado dentro de Yama es Ahimsa, la no-violencia.
¿Qué es la violencia?
En muchas religiones encontramos el mandamiento de no matar. Pero la violencia abarca mucho más que el matar. Por supuesto, incluye el matar, pero también es el maltratar, dañar físicamente a cualquier ser vivo. Y también la violencia psicológica: la ofensa, el desprecio, el odio, la antipatía o cualquier prejuicio irracional. Las reacciones bruscas, el abuso, el insulto, la difamación, la murmuración, el chismorreo, las mentiras. Todo ello es también violencia, al igual que los pensamientos negativos. Proferir palabras duras o desagradables, herir los sentimientos mediante gestos, expresiones o tonos de voz. Cualquier tipo de menosprecio. Y no olvidemos la violencia por omisión, es decir, aprobar los actos desagradables de otra persona, no ayudar.
Es violencia maltratarte a ti mism@. Menospreciarte, tener creencias limitantes, no cuidarte… Toda falta de autoestima es una forma de violencia hacia ti. La mala alimentación, fumar o drogarse. Todos los excesos.
Como ves, se podría decir que la violencia es falta de Amor. Por lo tanto, la no-violencia es el desarrollo del Amor verdadero, el Amor universal e incondicional. La práctica consciente de Ahimsa, la no-violencia, desarrolla el Amor. Se entiende que esté en primer lugar dentro de la gran ciencia del Yoga. Ahimsa lleva a una transformación del ser humano y a la aparición de una nueva humanidad superior.
Tipos de violencia
Antes he nombrado multitud de formas distintas de violencia. Aparentemente distintas, pues en realidad, todas se basan en la idea de separación y de sentirse diferentes.
En nuestra sociedad se subrayan algunas, como la violencia de género o el “bulling”, y las reacciones ante estas manifestaciones de violencia son en sí mismas violentas.
La violencia es una, es un estado interior. Todos la llevamos dentro. Por lo tanto, no se trata de hacer distinciones entre distintos tipos de violencia y pretender erradicarlos por separado. Eso no es posible. La violencia ha de ser tratada en su conjunto. Y para ello sería necesario incluir la no-violencia en la educación.
Educación para la no-violencia
Comparto aquí una reciente publicación el la página de Objetivo Despertar de Facebook:
¿Qué hacer?
Beneficios de la no-violencia
Todas las virtudes surgen de la no-violencia. Su práctica desarrolla el Amor, como vimos al principio. De hecho, Ahimsa mismo es sinónimo de Amor.
Con la no-violencia establecida en tu interior, ya no hay lugar para el odio, el rencor. Una sociedad entera establecida en la no-violencia es una sociedad poderosa, sabia, cuidadora del mundo que la rodea. Imagina un mundo así, sin guerras, sin abusos, sin contaminación (pues eso es una violencia hacia la naturaleza), un mundo de cooperación, de ayuda mutua, de protección medio ambiental. Un mundo así es posible, y no sólo posible: nos podríamos atrever a afirmar que solamente un mundo liberado de la violencia es posible, pues de seguir el camino actual, nuestra civilización acabará por auto destruirse.
Tú creas el mundo
¿Qué puedes hacer tú? Como he dicho en otras ocasiones, tú no puedes cambiar el mundo, pero puedes empezar a hacerlo… Es decir, tu propio cambio tendrá una influencia a tu alrededor, con el poder de estimular otros cambios, y así es como puede expandirse una profunda transformación en la sociedad. Cada un@ es una semilla. Cuida y riega tu semilla, tal es tu misión. Mientras más personas lo hagan, mayor será el “florecer” del mundo nuevo.
¡Gracias!
¡Namasté!